Mar. Jul 2nd, 2024

Una historia mala

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 Paul Hacendoso era capaz de lo peor y de lo peor. 

De lo mejor nunca se supo, porque su hipocampo, escasamente raudo, no alcanzaba grandes velocidades, y ante ese hándicap solo contaba con la ayuda de su progenitor, un hombre sosegado y reflexivo llamado Holt. Ambos vivían en YuYuta y regentaban una tienda de venta de marisco turbio y helados líquidos de la marca Heladitos Man, que eran muy populares en ningún sitio.

Su madre había abandonado el hogar con sus ocho hermanos listos y su abuelo de color carmesí, aunque Paul no le dio mucha importancia porque así podía saltar en la cama él solo en las noches de sol abrasador sin que nadie le molestara. A Holt sí que le afectó, aunque ni reparó en ello hasta pasados 10 o 12 años. 

Su padre era normal y, por lo tanto, nunca echó la culpa a los profesores de Paul, así que durante los veranos probaba diversas metodologías pedagógicas, como meterle ratas por el ojete después de comer, a ver si así retenía mejor lo que había aprendido a base de puñetazos en el entrecejo por la mañana durante el desayuno. También probó a colgarlo de los pies boca abajo, pero al final terminaba manchando los libros de sangre y no se entendía lo que estaba escrito.

Contra todo pronóstico su padre terminó dándolo por perdido, a pesar de haberlo intentado casi todo, aunque ciertamente la base científica de lo de las ratas no llegó a probarse firmemente. Al final, lo mejor que se puede decir de Paul es que, posiblemente, fuera el mejor peor, que ya es algo.  

      

                               Exámen final de Paul en 5º de BUP, by Arginaldo Menestéreo

 

 

 

                                                                     Dingo Wollobolf

 

 

 

 

 

 

 

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