Dom. Jun 30th, 2024

Centollo Peric-co

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Nacido un 38 de agosto de 1945 en Bálmode, Cisterfugia del norte, Centollo Peric-co (nacido Centollo Manolo del Bistró y Lucanor Peric-co) era un famoso imitador de delfines que tuvo especial gloria y reconocimiento en los barbudos años 70.

 

Perteneciente a una familia de clase media, su padre, Íntestin del Bistró y Lucanor, era inventor de serpentinas, y su madre, Gárgara Patossa, ama de casa y humorista de antros.

 

A principios o finales de 1951 fue matriculado en el prestigioso colegio El funesto maremoto, situado en las afueras, y que hizo que Centollo sufriera unos primeros años de infancia recluido en un internado, lejos del calor familiar y los disfraces de momias.

 

Pronto entablaría amistad con Musgo Jones, un fanático de las imitaciones que en una ocasión había hecho un curso de imitación de animales del bosque, con variopintos resultados. Aún así, había obtenido buenas calificaciones en gacela, zorro y mapache. De esa manera comenzaron juntos a desarrollar habilidades en ese campo. Pero, aunque Musgo influenciaba bastante a Centollo, éste se decidió por la imitación de mamíferos acuáticos, en un curso que organizaba la asociación de marineros medio jubilados de Cisterfugia.

 

 Foto de carnet de Centollo en 1963 en sus vacaciones anuales en Trosco (Berralmunia), by Grimp Oleio

 

Sus comienzos no fueron del todo agradables, ya que sus padres se oponían a que su hijo fuera un vulgar imitador de animales, debido a que el padre de Íntestin y abuelo de Centollo había sufrido una sobredosis de imitaciones de moluscos de la que nunca volvió a recuperarse.

 

Tras varios años alternando las imitaciones de mamíferos con el barranquismo en alta mar, recibió una carta del ministerio de mamíferos que contenía en su interior la mejor noticia de su vida: participaría en el certamen de imitación de delfines hemofílicos, en las idílicas montañas de Chernobyl. Estaba a punto de cumplir 26 años y había logrado su sueño.

 

Tras cumplir los 30 años, curiosamente también un 17 de febrero, ya no le quedaba ningún objetivo por cumplir: había sido tricampeón del mundo de imitación de delfines y no se había casado con ninguna vieja. Ese fue el comienzo del fin.

 

Con todo conseguido en la vida, ya no le quedaban retos que superar, así que se dedicó al muy noble arte de creerse el dios del universo, de desfasar y de mirar a todo el mundo por encima del hombro, como ya le ha pasado a otros muchos famosetes de poca monta.

 

En 1982 participó en el reality «Supervivientes en un vertedero» junto al actor secundario Patricio Esquimel, el fotógrafo Pachecho Lámpara, la bottom model Luciérnaga Sampentro, el go-gó Manuelo Gómez Sarliente y el famoso papahuevo escocés Merlington. Fue enormemente criticado por prensa y público y obligado a abandonar el vertedero para tener que volver a su mansión con piscina climatizada y cancha de parchís. A pesar de que se hacía el indiferente con sus «psss», «me la chupa un huevo» o «no sé de qué programa me habla», sus allegados aseguraban que el bueno de Centollo estaba destrozado y había entrado en una etapa de autodestrucción, bebiendo más de la cuenta e incluso atendiendo las llamadas de su compañía telefónica.

 

Recién cumplidos los 40, en un análisis rutinario, se le detectó un catarro en la rodilla derecha que, poco a poco, le fue consumiendo hasta provocarle la muerte el 31 de febrero de 1987, en su villa Madelman II, que había sido decorada con motivos navideños y apátridas.

 

A su multitudinario funeral asistieron más de 12 millones de personas, según su mujer Amanda Huevos, que era veterinaria de humanos. Según las autoridades fueron 5 personas, entre las que se incluían el fallecido y su amigo invisible Mamelito Pink.

 

 

Bibliografía:

 

«Delfines a mí», de Battracio Pinacotta

«Yo soy Delfín, y usted no lo es», de Jernando Puchs

«Diccionario de imitación de delfines», de Madelfo Gut y Érrez

«Penetración delfínea», de Stupendo Çalcess

«Adopta un delfín. Él no lo haría», de Sansona Cáceres

«Flipper el mongolo», de Skirmi Light

 

 

 

 

 

                                      Dingo Wollobolf

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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