Mar. Jul 2nd, 2024

Centollez máxima

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Itfish Expensive era una mujer en el invierno de su vida. De angostas caderas y pocha vagina, acumulaba excesivas décadas en su caducada faz, totalmente fuera de fecha. Aún así, no había perdido la esperanza y se presentó al programa anglo-italiano de citas románticas “Do you wanna fornicare” para buscar pareja, ya que su carácter viscoso y lúgubre normalmente provocaba la deserción inmediata de cualquier heterosexual bípedo con aspiraciones no excesivamente elevadas. 

Acudió a la cita llena de ilusiones y estreñimientos, pero al pasar por la puerta de entrada una traicionera liana perteneciente a su axila diestra se enredó en el pomo de la puerta, hecho que desencadenaría su estrepitoso desplome cual saco de cemento bajo la luna llena. La posterior fractura de napia al impactar con el despiadado pavimento tampoco es que le pareciera muy atractiva a su cita, el franco-vietnamita Patrick Longanizo, un tipo cuya expresión parecía la de un mapache con cirrosis, que acababa de llegar y observaba la acción sin saber qué hacer, con un ramo de flores marchitas y avergonzadas que se creían muy importantes como para acabar taponando heridas nasales, aunque bastaron unos pocos segundos para que se dieran de bruces con la cruda realidad. 

La televisiva velada terminó, paradójicamente, con escasos bofetones, millones de memes ingeniosos e hirientes, plasma aderezado con vello nasal goteando sobre la sopa y una octogenaria con ganas de fallecer lo antes posible.

Después de acudir al programa, Itfish, humillada, abrió una tienda de venta de mazapanes de pescado crudo y de cremas de colores llamativos para avivar la tos seca. Por otra parte, Patrick se practicó una autopsia casera con resultados no del todo satisfactorios. 

Pintura de Mariachi Carcoma, el grupo de agro-swing al que perteneció Itfish en su lozanía, by Bacmundo Lemsis

 

 

Historia – Dingo Wollobolf  

Ilustración – Sofoclita Belcebú

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