Mar. Jul 2nd, 2024

Un salto de fe, un beso de cobra, un viajero en apuros y consejos para el insomnio

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Querido Doctor: Hace unas semanas, mientras me afeitaba la espalda, me descubrí una mancha oscura en mitad de los omóplatos con forma de erizo. Últimamente tengo la impresión de que ha crecido y está adquiriendo un color bastante feo. ¿Qué cree usted que puede ser?
Almudenagrandes@yipikayeymotherfucker.com

 

Hola, Almudena. No creo que tengas nada de lo que preocuparte. Por lo que me cuentas, yo diría que lo más probable es que estés desarrollando algún tipo de súper poder. Mi consejo es que te acerques a la ventana, si vives en un edificio alto, o si no a alguna antena de telefonía cerca de tu domicilio, y saltes a ver qué pasa. Si es lo que yo pienso, lo más seguro es que vueles alto, muy alto, más allá de las nubes; puede ser una experiencia maravillosa. Si no vuelas, entonces es posible que tengas un melanoma; en ese caso deberías consultar con un dermatólogo.


Buenos días, Doctor Dolor. Le escribo desde mi Iphone. Estoy de vacaciones en la República Democrática del Congo y acabo de ser mordido por una cobra real de un tamaño bastante impresionante. Ahora mismo estoy frente al animal, que me mira fijamente. Noto sudores fríos, palpitaciones, rigidez en los miembros y mi visión empieza a volverse borrosa. ¿Qué me aconseja?

Marianobarbacid@yahoooo.uauuuh.veodobleeee….

 

Hola, Mariano. Las cobras reales suelen ser, por lo general, unas criaturas bastante gentiles. Lo más normal es que hayas interrumpido al pobre animal en mitad de su siesta vespertina, eso explicaría esa reacción airada y a todas luces desproporcionada. Yo te aconsejaría que le presentases tus excusas de manera educada y cordial. Lo más probable es que las acepte sin mayor problema, pues esos animales no se caracterizan por guardar rencor ante las ofensas. De esa manera evitarás, además, que se lleve una idea equivocada de nuestro país y nuestras gentes.

 

 

Estimado Doctor Dolor: Le escribo para agradecerle los consejos que me dio en nuestra última consulta. Siguiendo sus indicaciones dejé mi trabajo, vendí mi coche, quemé mi casa con todas mis pertenencias dentro, abandoné a mi mujer y a mis doce hijos, destruí mi partida de nacimiento y todos mis documentos identificativos, me cambié el nombre, me enrolé en un barco mercante con bandera de las Islas Comores y partí a buscar fortuna por el ancho mundo. Nunca había sido tan feliz. Ahora mismo le escribo desde una prisión hecha de cañas de bambú en algún punto recóndito de la jungla camboyana. A propósito, no sabrá por casualidad cómo se dice: “Sus zapatos ya están limpios, no me pegué más, señor”, en idioma jemer, ¿verdad?

Roccosiffredi@theitalianstallion.comemela.org.

 

Me alegra volver a tener noticias tuyas, Rocco, y me alegra aún más que mis consejos te hayan sido de utilidad. Siempre es reconfortante saber que el trabajo de uno da sus frutos. Respondiendo a tu pregunta, lo cierto es que mis nociones de jemer son algo escasas, pero siempre puedes recurrir al signo internacional de la concordia, que consiste en cerrar la mano, elevar el puño a la altura del rostro de tu interlocutor y mostrarle el dedo corazón levantado. Estoy seguro de que tus anfitriones sabrán apreciar el detalle.

 

 

¿Qué hay de nuevo, Doctor? Verá, últimamente tengo bastantes problemas para conciliar el sueño. No sé si se debe al estrés por mi nuevo trabajo como responsable del departamento de quejas de los Latin Kings del municipio de Móstoles o a mi reciente embarazo de octillizos; el caso es que no consigo dormir con normalidad desde hace unas dos o tres semanas. He probado con los típicos remedios de herbolario, tilas, infusiones y cosas así, pero nada. En general no soy demasiado partidaria de los medicamentos farmacéuticos, por eso quería preguntarle si sabe usted de algún remedio casero que pueda ayudarme. Muchas gracias de antemano.

Sorayasaenzdesantam@opusdei.es

 

Querida Soraya, las alteraciones del sueño son una de las afecciones más extendidas en nuestra sociedad, y generalmente suelen ser fáciles de solucionar sin tener que recurrir a la medicina convencional. Mi consejo, ya que deduzco que vives en Madrid o alrededores, es que te dirijas al asentamiento conocido como Cañada Real, y al que se puede acceder fácilmente en coche desde la M-45. Una vez allí, dirígete a un conjunto de edificaciones de madera conocido como “Pozo Negro” y pregunta por un hombre de nacionalidad rumana llamado Nicolau. Le conozco desde hace un montón de años y es un profesional de toda confianza. Dile que vas de mi parte y explícale tu problema, él te atenderá sin dilación, no importa qué hora sea. Eso sí, te aconsejo que lleves dinero en efectivo y que evites mirarle directamente a los ojos. Ya me contarás qué tal.

 

En fin, eso es todo por esta vez, mis queridos discípulos. Espero que tengáis un buen inicio de vacaciones, los que las comencéis ahora, y que tengáis una aún más feliz vuelta al trabajo, aquellos desgraciados comemier… quiero decir, aquellos de vosotros que tengáis la desventura de volver a vuestra triste y gris rutina habitual.

Un saludo afectísimo de vuestro fiel Doctor Dolor.

 

El gran Kepowski

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