Una historia que nada tiene que ver con luciérnagas
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Ernest Caballo, que nada tiene que ver con luciérnagas, era un tipo muy dado a ayudar a los demás, siempre que los demás luego le ayudaran el triple a él. Así era de dadivoso, aunque su generosidad no tenía que ver nada con luciérnagas.
Un buen día, sentado en un restaurante de buen ver, ingiriendo alimentos en buen estado que nada tenían que ver con luciérnagas, estornudó con tan mala suerte que esparció la sopa contenida en sus fauces sobre una bella señorita cuyo nombre no tiene nada que ver con luciérnagas.
Total, que eso desembocó en una historia de amor que tampoco tenía que ver con luciérnagas. No sé por qué cojones iba a tener que ver con luciérnagas. ¡Ya está bien!
Luciérnaga a punto de acudir a una reunión de padres en árbol frondoso, by Igor Soplete
