Mar. Jul 2nd, 2024

Modern Talking, precursores del grunge y del stoner

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Si tuviéramos que elegir a una banda de los 80 que hubiera influído de manera decisiva en la forma de entender el rock en la actualidad, está claro que todo el que tenga un mínimo conocimiento de este gran género musical se decantaría por los alemanes Modern Talking. Dieter Bohlen y Thomas Anders fueron los pioneros de lo que más tarde, en los 90, se conocería como grunge (muchos sostienen que fue Neil Young, pero no es así). Algunos van más allá y los sitúan como los precursores del actual Stoner, no en vano Josh Homme, de Queens of the Stone Age, cita a los teutones como una de sus grandes referencias. Conocida también es la devoción casi enfermiza que profesaba Kurt Cobain por los alemanes, a los que veneraba. 

Atrevidos y transgresores, se sacaron de la manga discos tan irreverentes como “Let’s talk about love”, “Ready for romance” o “Romantic warriors” en los que, entre otras cosas, hablaban de temas tan controvertidos como el aborto, el asesinato de Kennedy, las medusas, la guerra del golfo, la coprofagia o el vello púbico. Siempre en el centro de la polémica, varios de sus shows en Europa y en EEUU fueron cancelados, según las autoridades, para evitar altercados entre los fans más radicales.

Continuadores del rock más desenfrenado de bandas como Motörhead o Black Sabbath, Bohlen y Anders fueron más allá. Con guitarras incendiarias, una percusión frenética con uso del doble pedal y voces guturales marca de la casa prácticamente ininteligibles, se hicieron un nombre en la segunda mitad de los años 80 con canciones tan radicales para su época como “You’re my heart, you’re my soul”, “Cheri cheri lady”, “Brother Louie”, “Sexy sexy lover” o “Don’t take away my heart”, ésta última tan extremadamente salvaje que, en ocasiones, provocaba tal avalancha de los fans que tuvo que interrumpirse el concierto que estaban ofreciendo en Greenfield, Ohio, por la cantidad de heridos derivados del baile conocido como pogo (cuyos comienzos datan de la época ska-punk del grupo en sus primeros discos), en el que los chavales, ante la furia musical desatada por sus ídolos, bailaban de manera frenética empujándose unos a otros.

Eso no hizo que la popularidad de Modern Talking cayera en picado, sino al contrario. Pasó de ser un grupo de culto a ser un grupo de masas conocido en todo el mundo, llenando estadios, tocando en los festivales indies y alternativos más importantes de los cinco continentes y culminando con la actuación en la final de la superbowl (donde se atrevieron a cantar el himno americano en calzoncillos y en tono burlesco) y siendo finalmente decisivos en la caída del muro de Berlín. “Sólo por ver la caída del muro ha valido la pena meternos en el mundo de la música”, palabras de Thomas Anders. Rock en estado puro.

 

 

Dingo Wollobolf

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