Julio Iglesias es virgen
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En un 2020 en el que hemos padecido gigantescos incendios, pandemia mundial, sapos envenenados en casas de actores porno, absurdos tuits de personas con falta de atención y cariño, caceroladas con banderitas y rebrotes del Resistiré, nos llega la noticia que faltaba para el pleno: ¡¡Julio Iglesias es virgen!!
Aunque las apariencias hacían sospechar que nuestro cantante más internacional había pasado la línea de morreos y magreos en varias ocasiones, la verdad es que Julio, por la ya consabida presión de grupo, se ha visto a menudo en la obligación de presumir ante sus amigos de sus conquistas. Y, obviamente, ante la prensa, mucho más. Tenía que mantener su fama de ligón de playa a toda costa.
Supuestos matrimonios de cara a la galería, pretendidas conquistas de modelos de mucha menor edad e incluso simular que tenía varios hijos han servido para engañar a la opinión pública durante muchísimos años. Ya conocemos el dicho: uno siempre presume de lo que carece.
Los investigadores privados Jimmy Falf y Diego Amasijo fueron los primeros en tener fundadas sospechas, al comprobar las cualidades vocales de los supuestos hijos de Julio. Tras duros meses de investigaciones e interrogatorios a personas cercanas al círculo familiar, pudieron comprobar, con ayuda de sofisticadísimos equipos de control de sonido, que los perpetrados por los descendientes al entonar cualquier melodía se asemejaban más al maullido de un gato cuando le pisan el rabo o a un cerdo cuando eructa después de haberse excedido con la cena.
Todo eran conjeturas y pruebas circunstanciales que, llegado el caso, nadie creería. Pero la pareja de investigadores tenía confianza en que, tarde o temprano, lograrían que saltara el bombazo. Y sucedió hace pocas semanas, en una fiesta que ofreció el afamado cantante a sus allegados, en la lujosa sala de fiestas La Croqueta Mágica. La joven pareja de investigadores logró infiltrarse en el evento haciéndose pasar por el famoso dúo de funambulistas veganos Keko y Poncho, a pesar de las estrictas medidas de seguridad.
Agazapados entre la multitud y sin levantar sospechas con sus bombines y monóculos fosforescentes, Jimmy Falf y Diego Amasijo vieron una oportunidad única de demostrar sus teorías al ver la velocidad con la que Don Julio engullía cubatas, lo que hacía que su anaranjada faz fuera desencajándose progresivamente a pesar de la paralela ingesta de sandwiches mixtos y torreznos, las especialidades del chef.
En un momento de vulnerabilidad, el cantante aceptó la invitación por parte de Jimmy y Diego para jugar al Ingerir cuatro absentas en un minuto que inevitablemente los llevó al cuarto de baño y allí, Don Julio, en evidente estado de embriaguez, aceptó someterse a la prueba del pañuelo, la cual no dejó lugar a la duda.
Hoy Julio Iglesias no ha querido hablar con la prensa y se mantiene recluido esperando que amaine el temporal. Un ídolo caído. Uno más.
En las casas de apuestas, la noticia de que Julio Iglesias era virgen se pagaba a un euro por cada ciento cincuenta apostados, y la única persona agraciada ha sido Pepe García, un patriota terraplanista amante de los caracoles en salsa. Hoy lo celebra con toda su familia y probablemente sea la única persona beneficiada de toda esta historia.
¿Qué más nos deparará el 2020? Sin duda el listón está ya muy alto, ¡y lo sabes!.
Julio Iglesias, justo después de someterse a la prueba del pañuelo, by John Fry McKeena
