Mar. Jul 2nd, 2024

Engrudo

1 minuto de lectura

María y Juan iban a tener seis o siete octillizos terrícolas. Como eran pizpiretos y divertidos, querían poner nombres graciosos y originales a sus hijos. María se decantó por Manubrio, Serpentina, Botarate y Fanegas. Juan, por su parte, eligió Muchedumbre, Peste, Postizo y Melanoma. Y todos contentos. Menos los hijos, claro, que fueron pateados, humillados, vilipendiados, excretados y zarandeados durante todos los días de su desgraciada existencia. Menos Manubrio, que se recortó el nombre a Manu y pasó desapercibido silbando y mirando hacia arriba, con las manos metidas en los bolsillos y haciéndose pasar por un ser que albergaba sueños y esperanzas. Escapó loco.

Ingeniosa acuarela en 4D de Manubrio pasando desapercibido en un apacible día de ayuno, by Jack Detespúm

Dingo Wollobolf

Más historias

1 minuto de lectura
1 minuto de lectura
2 minutos de lectura