Mar. Jul 2nd, 2024

Una entrometida, amor viejuno y un gilipollas de nivel 35

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Queridísimo Doctor Dolor: Permítame, antes de nada, agradecerle de todo corazón su dedicación. La labor que está usted haciendo por la gente más necesitada es admirable. Pero yo me pregunto: ¿quién se preocupa por usted? ¿Quién le escucha? No sé por qué, tengo la sensación de que es usted una persona sensible y solitaria. Es posible que no lo sepa, pero somos muchos los que le apreciamos y pensamos en usted. Por eso me gustaría preguntarle: ¿Está usted casado, tiene familia, hijos..? ¿Tiene alguien que le quiera? ¿Es feliz?
Gracias de antemano por su confianza.
amaiamontero@sufroperdidasdeorina.com

No te lo diré dos veces: Métete en tus malditos asuntos, zorra. El que avisa no es traidor.

P.D: Me encantó vuestro último disco. Seguid dándole caña.

 

¿Qué hay, Doc? Verá, mi vecina me pone palote. El problema es que tiene cerca de ochenta años (yo tengo veintidós). ¿Qué me recomienda?

manuelgalindez@todoporlapatria.es

Ah, querido Manuel, el amor es un sentimiento maravilloso ocurra donde ocurra y venga de donde venga. Es evidente que la vieja no va a durar mucho (además, a esa edad, los accidentes domésticos se producen con mucha frecuencia, tú ya me entiendes); si tienes la suficiente paciencia todo lo que tiene será tuyo algún día. Lo ideal sería que tuvieses una conversación con su abogado cuanto antes, seguro que es un profesional competente y podéis llegar rápidamente a un acuerdo. En cuanto al sexo, entiendo que puede ser una cuestión delicada. Tú cierra los ojos, piensa que trabajas en una granja y que todas las noches tienes que darle de comer salchichas a un pavo muy gordo. Si eso no funciona, trata de abstraerte y refúgiate en algún lugar feliz de tu memoria, como cuando eras un niño en la Noche de Reyes y tu padre te regalaba un chupito de whisky y una foto suya en ropa interior de señora. Ya verás como así es más fácil. Sé de lo que hablo.

 

Hola, Doctor. Soy un hechicero de nivel 35 en el World of Warcraft. He asolado reinos legendarios, he derrotado a los más ejércitos más poderosos, he reducido ciudades milenarias a cenizas, he derrotado a bestias míticas y las más hermosas princesas de todas las razas han caído rendidas ante mí poder inconmensurable. Arrebaté la Espada Esmeralda del Valor de las manos del propio Rey Brujo de Anghkmar tras una batalla que duró tres días con sus tres noches. Mis hazañas, en fin, se cantarán en el devenir de los siglos. Sin embargo, por extraño que parezca, nada de eso parece impresionar a mis compañeras de la facultad, y la verdad es que estoy más salido que un mono. ¿Qué puedo hacer para que se fijen en mí?

albertorodriguez@moriresolo.es

Querido Alberto: En un primer momento he pensado recomendarte que te cambies a un juego que se juega con una sola mano y que se llama “paja”, pero estoy seguro que ése ya lo has probado. No obstante, en algunos países de Europa del Este se juega a un juego que suele impresionar enormemente a las mujeres y a todo el que lo ve, en general. Se llama “ruleta rusa”, y sus instrucciones se pueden encontrar fácilmente en Internet. Estoy seguro de que si te pones a jugar a ese juego a primera hora de la mañana en la puerta de la facultad conseguirás despertar el interés de todo aquél que te propongas. También puedes llamar a tus amigos para jugar todos juntos. Mucha suerte, y sobre todo no te desanimes. Reconozco a un triunfador en cuanto lo veo, y tú llegarás muy lejos, monstruo.

 

Bueno, mis queridos subhumanos, esto ha sido todo por hoy. Espero que mis consejos os hayan sido de utilidad, y que hayan aportado algo de luz a vuestras insignificantes y lamentables vidas. Si no, tampoco se pierde nada. La verdad es que me la suda. Un saludo afectísimo de vuestro mentor, consejero y amigo, el Doctor Dolor.

 

El Gran Kepowski

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